Vistas de página en total

jueves, 24 de diciembre de 2015

Otra vez te hicieron el cuento

Hay una porción grande de nuestros vecinos, los argentinos, que prefieren estar todo el día panza arriba, dependiendo de la soja, de las rentas y de la especulación con el dólar, a poder crear, inventar, trabajar en lo que a uno le gusta, servir a la comunidad, ser útil a la sociedad, despejar la mente de la patria financiera y apostar a la patria productora de industria, tecnología, saberes múltiples, arte. etc. etc. 

El sueño se terminó, volvió lo que la porción de holgazanes deseaba, volvió el deseo de plata dulce a costa de la libertad, sacrificando el pensamiento autónomo y tirando al tarro de basura toda posibilidad de que los que menos tienen puedan llegar a triunfar por lo que producen sus manos, sus mentes, sus emociones y no por lo que producen los dólares bajo el colchón o el plazo fijo. Porque nadie que vive de la especulación financiera ocupa su cerebro con saberes, con deseos de autosuperación, con ansias de progreso científico, tecnológico o espiritual.

Se terminó el sueño de salir adelante, de posicionarse no ya como el país agroexportador de finales del XIX y en adelante, en casi todos los tiempos con las excepciones de algunas décadas que apostaron a la industria nacional argentina y al desarrollo tecnológico, sino de ser un país que está a la vanguardia de la investigación en todos los campos científicos y que implican producción, industrialización. Claro, que cuando le hablás a una doña cualquiera, como lo es la mirtha legrand de "campo educativo, tecnológico, científico", imagina niños rubiecitos saltando por las praderas de Grobocopatel, luego algunas torres de alta tensión sobre los campos de los chicos de la Sociedad Rural y finalmente a monsanto probando herbicida en la cara de los banderilleros, que son obviamente negritos que no tienen más de 11 años.

Retrocedieron a los tiempos de Julio Argentino Roca, de Martínez de Hoz, de cualquier dictadura que se basa en el beneficio a los latifundios y la destrucción de la creatividad e innovación. 

Argentina vuelve a oler a torta de vaca y a bosta, pero ahora se mezclará con carísimos perfumes franceses made in China que antes no entraban al país. (Para quienes no saben, les comento que los perfumes caros tienen un excipiente muy barato que se compra en India: miles de litros de pis masculino - el de las mujeres no por la menstruación-, los carísimos poseen "ámbar gris", que no es más que vómito de ballena y por supuesto, la meada india no se deja de lado...).

Felicito a los vagos que creen ser unos vivos bárbaros y que piensan llenarse de dinero con la patria financiera mientras vacían el país, felicito a los que todavía no huelen a perfume francés y sí a mierda de vaca porque huelen a lo único que saben dar: mierda, felicito a los que siguen mirando TN y enterándose de la temperatura y la humedad de Punta del Este; claro que Punta del Este no queda en Argentina, pero hay mucho bruto con dinero que todavía no lo sabe, ah, y seguí mirándolo desde la tele porque nunca vas a llegar: votar a mauri no te hizo ni te hará rico y felicito a la señora legrand porque en 2017 va a aprender a respirar bajo tierra. 

Otra vez te hicieron el cuento porque te gusta que te mientan, ya te veo caceroleando y diciendo "sho no voté a mauris, vistessss"  

Escribieron hoy: 
           Michi Peluche, Gato Verde y Libélula Revolucionaria




No hay comentarios:

Publicar un comentario