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miércoles, 28 de octubre de 2020

La noche y la luna


Por Violeta Paula Cappella de Fox Talbot

Las noches de invierno suelen ser claras, transparentes y llenas de luna; me gustan mucho porque duermo entre perfumadas sábanas y almohadillados cubrecamas, con los gatos y la perrita. Esta es una de esas noches invernales de mucha luna llena que se cuela por el ventanal y viene a acostarse conmigo. El problema es que ilumina todo el dormitorio y no nos deja dormir, hasta podría leer perfectamente un libro a la luz de la luna. Entonces, bajo un poco la persiana y ella se cuela por las hendijas y distribuye su luz en rayitos por toda la habitación, es como si hubiese miles de farolitos diminutos brillando por todas partes.

¿Qué hacemos con la luna que se ha acostado con nosotros? Mis gatos se van a dormir a los sillones del living porque les gusta la oscuridad completa, así, cierran los ojitos y pueden dormir. Mi perra se fue a dormir al lado de la biblioteca, allí no hay luz de luna. ¿Y yo, qué hago? Doy vueltas, me enrollo en las sábanas, me acuesto al revés y la luna, redonda y luminosa está feliz de meterse entre mis frazadas.

Me levanto, miro a lo lejos el río y descubro que la luna está sobre el agua meciéndose, espejándose y mirándose tan dichosa que ni siquiera se ha dado cuenta que cuando un pez salta, ella se convierte en millones estrellitas en el reflejo que se quiebra, se ondula y se vuelve a unir. La luna se acuna en el río, le canta una canción al dorado y otra al pacú y envuelve en su luz junto a la fogata, a aquel hombre solitario que vive en la isla desde hace muchos años y cura a los animales salvajes que van a su choza cuando no se sienten bien. Y ahí está la luna en la isla, iluminando a un pobre yacaré que está tomando un té de hierbas que le preparó el hombre para que no le duela más la panza.

Saludo entonces a la luna. - Hola luna, a mí me gustaría dormir, ahora no necesito de tu luz. Gracias.- Y la luna se da vuelta y le da luz a la isla, al río y al hombre, que ha recibido la visita de un pequeño pecarí que se ha resfriado, tiene tos y no quiere dormir.


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