Los árboles de Plaza Pringles se llenaron de pajaritos. Hay de todos colores, inclusive hay cotorras que cuando se despiertan charlan mucho entre ellas y después se van volando. Estas cosas pasan ahora, nos contó el tío Berwin, porque los chacareros que no quieren al ambiente, desmontan, fumigan y dañan toda la naturaleza entera.
Algunos pajaritos son muy chiquititos, como por ejemplo, los mixtos, que son una mezcla de jilguero con otros pajaritos. Son muy lindos y pian muy fuerte.
Todas las aves ya no nos tienen miedo porque saben que no les vamos a hacer nada, entonces se acercan y picotean el suelo al lado nuestro.
Mientras jugábamos ayer en la plaza para niños, vimos que un pajarito parecía cansado, quizás de los ruidos del tránsito, quizás de tener que trabajar mucho llevando comida al nido porque tiene pichones. Por suerte, los pajaritos hacen familias como la de los seres humanos pero mucho más amigables porque no se pelean o se gritan como esos vecinos que viven a mitad de cuadra que todos los días tienen un problema nuevo.
El pajarito que estaba cansado se fue volando a una rama y cerró por un ratito los ojos, la rama no estaba tan alta, por eso lo pudimos ver. Me hubiese gustado sacarle una foto, pero no hay que molestar a los animales cuando están durmiendo porque ellos escucha todo mucho mejor que los seres humanos y se despiertan muy rápido asustados porque no entienden qué está pasando.
Y el pajarito se quedó dormido un rato largo, mientras nosotros seguíamos jugando. Después pensamos que podía ser un pajarito viejito que necesitaba dormir una siesta.
Al rato, comenzó a llover un poco, entonces nos dimos cuenta que el pajarito sabía que iba a llover y nosotros ni nos dimos cuenta.
La tía Perla estaba de visita en Leonlandia del Sur y bajó a la Plaza para despedirse de nosotros porque el viaje hasta Fisherton es largo y si llueve fuerte, no está bueno manejar. Le contamos del pajarito que se fue antes a dormir y la tía Perla nos dijo que todos los animales tienen muy desarrollado el instinto para así poder sobrevivir en la naturaleza. Nos contó que en Suiza la gente les arma casitas de madera a las aves para que cuando venga el invierno no tengan frío durmiendo en las ramas.
Todos los pajaritos son muy bonitos y hay que cuidarlos mucho, los niños y niñas leonlandeses estamos pensando en hacer también casitas para los pajaritos y ponerlas muy altas en las ramas para que la gente mala no se las robe.
Tommy Fox Talbot
Edelweiss Fox Talbot
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